«A delegation of renown Chinese landscape designers and landscape architects visited Madrid,Spain on November 2nd, 2009. Architect Ricardo Bofill’s Manzanares Lineal Park (MLP) was the biggest star in this brief stopover. The Lineal Park Researchers’ Group (GIPL) responded to the event, acting as host to one of the largest and most spectacular open spaces in the Autonomous Community of Madrid.»
Las primeras frases del artículo que Landscape Design Magazine publicará en su próximo número son las mismas que abrían nuestro capítulo hace unos meses, ese que relataba el momento histórico en que China descubría el Parque Lineal. Tras estas palabras van otras, hermanas de las de nuestro artículo, pero en otros dos idiomas, chino e inglés.
El Parque Lineal del Manzanares con su Cerro Coyote, el Real Canal del Manzanares con sus ilustrados Borbones, Valero y la Casa de la Cuarta Esclusa, tambores de nuestra Guerra sonando en las trincheras de la República, los huesos de la humanidad, de la historia de España, el Abuelo y la grandiosa vida menospreciada del Parque, el Espinillo, el GIPL y la voz de cuantos gritan por el Parque Lineal llega al otro lado del mundo.
El Parque Lineal resiste, pese a todo, pese a todos.
Conducidos por Pedro F. Marcelino, el equipo chino visitó la Península Ibérica y el norte de África en un viaje que descubría los encantos de una tierra que no era del todo desconocida para este profesional canadiense de ascendientes Portugueses.
Toda un lección cultural que tanto Pedro como los arquitectos chinos estaban dispuestos a enseñar y aprender en un tour que ponía de relieve los tesoros de un lugar que aquí nunca hemos llegado a valorar lo suficiente.
Aunque con retraso por el mal tiempo, aterrizaban desde Beijing y acto seguido recorrían el Tramo 1 del Parque Lineal. No dio tiempo a más, salvo el tapeo y la cena de rigurosísima informalidad que a todos nos dejó especial buen sabor de boca.
Tras Madrid, Castilla la Mancha y después Andalucía, el Guadalquivir, Doñana y todo aquello que en Madrid hemos aprendido a olvidar o incluso estamos aprendiendo a destruir. Ni que decir tiene que el contacto con el magnífico espacio que hoy es Reserva de la Biosfera fue el punto álgido de su viaje.
Ceuta y Marruecos, la herencia portuguesa y la formidable mezcla de culturas fue la siguiente parada, aunque está vez la plaza del Ayuntamiento fue testigo de una recepción ¿oficial?
Después Sevilla y el sur de Portugal, donde la ciudad de Evora les esperaba en algo que ya se convertía en una genial obsesión de este grupo de arquitectos y diseñadores de espacios: la historia del lugar que visitaban. Callejuelas añejas de vivencias y vidas trabadas entre Roma y el Islam. Esa misma Roma y ese mismo Islam que hoy desangran sus restos en pleno corazón del Parque Lineal del Manzanares.
Lisboa y de nuevo de vuelta al Patrimonio de la Humanidad, esta vez materializado en la ciudad de Sintra, que también fue el final de este viaje de 10 días por España, el norte de África y Portugal.
Un viaje que seguro les abrió nuevas ventanas al diseño, ideas frescas en el trabajo de estos jóvenes profesionales de la que sin duda será la mayor potencia mundial en muy poco tiempo.
Como ellos mismos nos cuentan, la visita descubre las influencias culturales que influyen y suavizan el diseño de estos espacios «[…] doors to new concepts of landscape, and a better understanding of the cultural factors that influence and mitigate design […]» (Landscape Design Magazine).
Desde el GIPL apostamos decididamente por este diseño integrador de la historia y del medioambiente, respetuoso con la cultura y con la gente que habita un lugar. Contraria desde luego a la destrucción gratuita del espacio, a su uso insostenible, o a la depredación de los más valiosos recursos culturales, naturales y económicos que hoy tiene una amplísima región del sur de la Comunidad de Madrid: el Parque Lineal del Río Manzanares.