La Caja Mágica fue la instalación estrella de las fallidas candidaturas madrileñas a los juegos olímpicos de 2012 y 2016. Su coste de construcción rondó los 170 millones de euros.
El posible uso de la Caja Mágica por el equipo de baloncesto del Real Madrid, la representación operística San Francisco de Asís, y la futura celebración de la Campus Party Europa en abril, intentan justificar la escasa integración y previsión de unas instalaciones que hoy están infrautilizadas en un espacio que, paradójicamente, está especialmente necesitado de inversión pública destinada a una urgente integración de su Patrimonio histórico, cultural y medioambiental.
El Real Madrid de baloncesto acaba ahora con el contrato que fijaba su sede en el Palacio de Vista Alegre, por eso barajan varias posibilidades para su nueva ubicación. Entre ellas está la Caja Mágica, que visitaron a primeros de este mes para ver las instalaciones y sus accesos. El Ayuntamiento dice que las negociaciones están muy avanzadas.
Como principales problemas de elección de la Caja Mágica, destacan la necesidad de volver a movilizar a una afición nueva en Usera, los problemas de aparcamiento y la reducción ostensible del aforo. Como ventajas figuran la imagen modernista de las instalaciones y la incipiente necesidad municipal de amortizar económica y socialmente la Caja Mágica, lo que a buen seguro facilitará mucho las negociaciones.
La Catedral de VillaVerde
Con muchas más perspectivas aparece la celebración entre los días 15 y 18 de abril la Campus Party Europa. A la cita acudirán unos 800 internautas que previamente presentaron a la organización sus proyectos relacionados con las nuevas tecnologías.
La Campus Party Europa es un evento organizado por la Presidencia Española de la UE, en el que el Ayuntamiento de Madrid ha logrado colocar como sede la Caja Mágica. El coste de la operación ha sido de 3 millones de euros sufragados por el Gobierno de España. Es precisamente el Ayuntamiento quien tendrá un stand destacado en el evento para presentar el buque insignia del I+D madrileño: la Catedral de las Nuevas Tecnologías, más conocida en VillaVerde simplemente como «la catedral» o la nave Boeticher, una impresionante nave industrial abandonada que a día de hoy sigue esperando su re-integración.
Tampoco parece casual la apuesta del Ayuntamiento por la Campus Party Europa cuando la Campus Party original, la de Valencia, está a punto de cambiar de sede, sede que deberá renegociarse tras el evento del 2011.
El problema de la falta de integración de la Caja Mágica es su sostenibilidad económica y social, más concretamente, el pobre uso ciudadano y los elevados costes de mantenimiento de una infraestructura que, siendo especialmente buena para Usera y VillaVerde -no queremos ser punto de discordia en este asunto- no lo es tanto para un Parque Lineal cuya realidad aparece claramente separada y desgajada de la misma, en pleno proceso de degradación pocos metros aguas abajo del Manzanares.
Si esta falta de integración con su entorno continúa, la Caja Mágica verá como las dificultades en los gastos de mantenimiento envejecen prematuramente una flamante instalación muy prometedora que, de no remediarse, afectaría muy negativamente a la imagen del Ayuntamiento de Madrid, más aún después de la repercusión internacional que ha tenido el edificio de Dominique Perrault.
No creemos descabellado pensar en un uso coherente de la Caja Mágica con el entorno, integrado con el medio al que se le restó el espacio, cuando miles de metros cuadrados de tierras yermas de la ribera del Manzanares pasaron a clausurarse tras los muros de la instalación de tenis. No estaría de más explotar de manera frecuente y estable, el espacio de la Caja Mágica como nexo de unión cultural, histórico y medioambiental del ciudadano con su Parque. Más concretamente con la historia viva de Madrid -Patrimonio de incalculable valor de la región- que hoy se pudre en el Parque Lineal del Manzanares bajo toneladas de escombros de abandono e indiferencia de las administraciones públicas.
Mejor oportunidad no va a haber.
Voy a salir a dar una vuelta por el malecón y camino de los aceiteros, pero me ha llamado la atención en este artículo, tan bien desarrollado, y que corrabora lo que aveciné antes de su instalación, y del futuro que le esperaba, por falta de tantas cosas y de tantos intereses que chocan, para perjuicio de los ciudadadanos que parece que viven en el sofocante silencio, sin darse cuenta de que el que calla otorga o lo que es lo mismo que el que calla y deja que las cosas se pudran, es cómplice de lo que se nos caerá encima.
Por cierto cuando hablas de esa impresionante nave industrial, a qué te refieres, podrías decirme donde está.
Sin más y estando encantado por descubrir una nueva savia para mi corazón: ¡aúpa!, y agradecido por un trabajo que me sorprende.
Es la nave Torroja, muy cerca de la Gran Vía de VillaVerde y del centro de especialidades médicas. En el Espinillo puede ver muchísimas imágenes en su hilo.