Primavera en el Parque Lineal: los campos de flores amarillas.

Poco a poco, casi sin notarlo, ha ido llegando la primavera a Madrid, a nuestro querido barrio, Villaverde y al más querido aún Parque Lineal del Manzanares.

Como todos sabemos, este invierno se ha caracterizado por un régimen de lluvias inusual, lo cual ha hecho que la primavera estalle, literalmente, en una gran variedad de plantas y flores.

Cámara de fotos en ristre, nos hemos lanzado, entusiasmados, al Parque Lineal para captar a través de nuestro objetivo esos brotes verdes a los que no se refería el gobierno.

Nada más pisar el Parque, lo primero que aparece ante nuestros ojos son un montón de flores amarillas hasta donde alcanza la vista. Centrémonos en ellas.

Para la mayoría de la gente son eso, flores amarillas, pero para nosotros no. Estamos hablando de los jaramagos (Diplotaxis sp.), género de plantas pertenecientes a la familia de las crucíferas (sus flores tienen cuatro pétalos formando una cruz, de ahí su nombre). Existen multitud de especies de jaramagos, como la propia rúcula (Diplotaxis tenuifolia) cuyas hojas se preparan en ensaladas, o incluso alguna especie en peligro de extinción, como el jaramago de Alborán (Diplotaxis siettiana), aunque en el Parque Lineal encontraremos sobre todo al Diplotaxis muralis.

Flor del jaramago vista de cerca. Obsérvense sus cuatro pétalos formando una cruz (crucíferas).

Pero no todas las flores amarillas que encontremos son jaramagos. El amarillo es un color bastante universal para las flores silvestres, en tonalidades bastante atractivas para los insectos polinizadores.

Otra planta con flor amarilla muy abundante es el diente de león (Taraxacum officinale), muy conocida en general y de cuyas hojas se pueden consumir en ensaladas. Pertenece a la familia de las asteráceas o compuestas, llamadas así porque su flor realmente está formada de muchísimas flores pequeñísimas formando una estrella.

Esta planta tiene propiedades medicinales, ya que puede actuar como depurativo del hígado, riñón y vesícula biliar. Al ser también diurético, evita la aparición de piedras en el riñón. Tiene incluso propiedades contra el estreñimiento y la resaca alcohólica. En períodos de escasez se ha llegado a utilizar esta planta como sustituto del café, aunque donde esté un buen café que se quiten los sucedáneos.

Podríamos seguir hablando de esta planta, que a pesar de pasar desapercibida, tiene casi tantas propiedades como la aspirina. Incluso en estos tiempos de crisis, se está estudiando la fabricación de etanol para la producción de combustible de futuros coches.

Flor del inconfundible diente de león, con un pequeño «habitante» entre sus pétalos (en realidad son muchas flores en una).

Sigamos con más flores amarillas. Otra planta con flores muy bonitas, amarillas o naranjas, es la caléndula silvestre (Calendula arvensis). También perteneciente a la familia de las asteráceas, se ha utilizado mucho como cicatrizante de heridas (de ahí su otro nombre: la hierba del podador). Al igual que el diente de león, es depurativa, e incluso es útil como colirio para lavar los ojos en caso de conjuntivitis.

Bonito ejemplar de flor de caléndula silvestre (Calendula arvensis), especie cercana a las caléndulas de nuestros jardines (Calendula officinalis).

Según Font Quer, en su ya clásico Dioscórides renovado, se pueden hacer infusiones con toda la planta, que al no ser venenosa, pueden tener una alta concentración. Parece ser que las infusiones hechas sólo con la flor, convierte a quien las toma en una persona sosegada y optimista. Me temo que van a hacer falta varias toneladas de estas flores para afrontar los tiempos que se nos avecinan. Otro día nos centraremos en otro color, porque esto está pasando de castaño a oscuro.