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Primavera en el Parque Lineal: todos con la roja.

Campo de amapolas en el Parque Lineal.

El otro día hablábamos de los campos de flores amarillas. Hoy nos centraremos en otro color, el rojo, de muy distintas connotaciones según el tema del que estemos hablando. Así, en estos días tan futboleros, podríamos referirnos a la selección española de fútbol, que desde épocas muy recientes se llama así, “la roja”.


También podríamos estar hablando de la ya fallecida Duquesa de Medina-Sidonia, que entre otras cosas era historiadora, conocida como la Duquesa Roja por no comulgar con ruedas de molino (o sea con la dictadura de Franco).
Pero centrémonos en lo que realmente nos interesa ahora: las flores rojas. Enormes campos de flores rojas vemos estos días por doquier, formando unas bellísimas estampas por todo el Parque Lineal.

Campo de amapolas a la altura de Perales del Río.

Campo de amapolas en el Parque Lineal, a la altura de Perales del Río.

Como ya supondréis, la gran mayoría de estas plantas son unas papaveráceas conocidas por todos: las amapolas (Papaver rhoeas). Las flores, con forma de campana y compuestas de cuatro pétalos rojos muy finos y delicados, son las culpables de este entintando natural del Parque Lineal.
Están tan extendidas y crecen tan fácilmente, que se las considera malas hierbas, aunque son fáciles de combatir por los agricultores.
No obstante y aunque parezca increíble, estas plantas han tenido en el pasado su utilidad para el hombre.

Amapola vista de cerca donde se aprecian los pétalos y el pistilo.

Amapola vista de cerca donde se aprecian los pétalos y el pistilo con sus estambres.

Así, en la antigua Grecia, Teofrasto recomendaba el consumo de amapolas frescas aliñadas, mientras que Dioscórides le confería efectos hipnóticos. En la Baja Edad Media, los pétalos se utilizaban para fabricar colorante.
Parece ser que las hojas verdes, recolectadas antes de la floración (ya hemos llegado tarde) y cocinadas como las espinacas, son perfectamente comestibles. Pero cuidado, porque si nos comemos las hojas crudas, podríamos notar molestias intestinales, ya que son levemente venenosas (contiene alcaloides). Al cocinarlas es cuando pierde las propiedades venenosas. Por si acaso, os recomiendo que no hagáis experimentos y sigáis comprando las ensaladas en el mercado.

He encontrado por ahí que con los pétalos también se pueden hacer bebidas no alcohólicas. Personalmente no he encontrado nunca ninguna bebida elaborada con amapolas (¿será el RedBull?), pero si algún lector conoce alguna le agradecería que me lo hiciera saber.
Los pétalos, las cápsulas y la savia también contienen un alcaloide (la rhoeadina) que tiene ligeros efectos sedantes. De hecho, las amapolas fueron utilizadas desde antiguo para combatir los problemas nerviosos y del sistema digestivo (tos, asma, bronquitis, etc.).
Al contrario que su congénere papaverácea, la adormidera (Papaver somniferum) que contiene morfina y que también crece de forma silvestre en el Parque Lineal, el alcaloide de la amapola no crea adicción.

La mala de la familia: la adormidera.

La «mala» de la familia: la adormidera (Papaver somniferum).

Hay una última utilidad de la amapola, esta vez industrial: la extracción de aceite para quemar.

Antes de terminar este artículo, deseo agradecer la colaboración de nuestro querido lector Carlos Pérez Aguilar, que nos ha obsequiado con las fantásticas fotografías que podéis ver. Otro día seguiremos con otro color, que ahora me está entrando un sueño tonto y se me cae el bolígrafo…

2 comentarios en «Primavera en el Parque Lineal: todos con la roja.»

  1. Para que luego digan que el Parque Lineal no da juego…
    Por cierto, ni las flores rojas, ni las blancas, ni las amarillas, ni ninguna otra cosa natural crece en el hormigón.

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