El paisaje del Parque Lineal del Manzanares se caracteriza, entre muchos otros elementos, por la gran cantidad de cuevas distribuidas a lo largo de los tramos II y III de dicho Parque, cuevas que han sido utilizadas por el ser humano década tras década, siglo tras siglo, para diversos fines. Entre ellas, hay una con nombre propio: la Cueva de la Magdalena.
En este artículo tratamos de distinguir y contar la historia de la Cueva de la Magdalena. Otro de esos rincones con historia en el Parque Lineal del Manzanares.
Por increible que parezca, un coche descansa en el interior de una ruta paralela a la de la Magdalena. Es el testimonio de los difíciles tiempos de degradación humana que vivió la zona hace un par de décadas
Situada en la ladera oriental del hoy conocido como Cerro de la Gavia, encontramos a la Cueva de la Magdalena, una gran oquedad de formación natural en la roca de yeso. La ubicación de esta cueva ha sido y sigue siendo objeto de confusión. Así, podemos encontrarnos que algunas fuentes hacen referencia a la Cueva de la Magdalena como una cueva situada en el término municipal de Getafe, más concretamente en Perales del Río, y que en realidad se trata de la Cueva de la Olmeda, según indica el Fuero Antiguo de Madrid del año 1.202, testimonio escrito más antiguo sobre el lugar.
Cueva de la Olmeda
El nombre de la cueva objeto de estudio, proviene del cerro que la alberga y que, aunque hoy se conoce como el cerro de la Gavia, originalmente se denominaba cerro de La Magdalena, según hemos podido constatar mediante el estudio de mapas topográficos de distintas épocas.
Es difícil datar la antigüedad de la cueva, aunque sí sabemos que en ella Pérez de Barradas encontró restos arqueológicos de la II Edad del Hierro, lo cual es bastante lógico teniendo en cuenta que en la cima del cerro fue descubierto uno de los principales poblados de dicha época que han sido encontrados en la Comunidad de Madrid: El Poblado Carpetano de la Gavia.
Durante la Guerra Civil, la cueva sirvió de refugio para las gentes de Villaverde que, intentando escapar de la contienda bélica, trasladaron sus domicilios a dicha cueva. Recordemos que Villaverde fue un punto estratégico durante la Guerra Civil, lo cual todavía hoy puede apreciarse si nos fijamos en la gran cantidad de trincheras que aún se conservan a lo largo y ancho del Parque Lineal del Manzanares.
Valero Pascual, propietario de la Casa de la Cuarta Esclusa, nos cuenta que su familia se trasladó a vivir a la Cueva de la Magdalena, donde nació su hermana. “Es una cueva muy grande, allí vivían familias enteras junto con algunas vacas. Tenían hasta cocina.”, asegura Valero.
Antiguas casas actividades agropecuarias
Muy probablemente, la cueva siguió estando habitada tras finalizar la Guerra. Villaverde, durante los años 60, se convirtió en un barrio dormitorio, donde se asentó mucha gente de otras regiones de España que se trasladaban a trabajar a Madrid huyendo de la miseria que la postguerra había generado. Se trataba de gente con muy pocos recursos que no podían permitirse adquirir o alquilar una vivienda y que poblaron muchas de las cuevas del Parque Lineal del Manzanares con chabolas, chamizos y casas de aparcería de los que aún es posible ver el rastro.
Hoy en día, la entrada de la cueva se encuentra muy deteriorada, en ella se acumula gran cantidad de desperdicios y jeringuillas. Sin embargo, adentrándose un poco en ella podemos comprobar que se encuentra limpia y en buen estado. La capa de polvo que recubre el suelo y que se haya prácticamente intacta, nos muestra que hace muchos años que no ha sido pisada por el ser humano. Hemos de advertir que la entrada en esta gruta es sumamente peligrosa si son se hace con equipo y personal especializado.
Sin duda, la Cueva de la Magdalena es una cueva con mucha historia, un presente, y un largo futuro por delante que sólo el tiempo dirá lo que le depara.
Añadir sólo un par de datos al trabajo tan bien expuesto por nuestra compañera Maika.
El conjunto rupestre contemplado consta tanto de cuevas naturales como artificiales.
El mayor número de estas últimas se excavó en la II Edad del Hierro(V-III a.C.)aledañas a los poblados carpetanos. Puede aún constatarse en su interior la existencia de piletas talladas en la roca y demás restos cerámicos del momento.
Un dato documental más sobre la toponimia de esta cueva: En las Relaciones de Felipe II sobre el Lugar de Villaverde (15.marzo.1576), cinco notables contestan en su apartado 21, describiendo este tramo de ribera: «…y más abaxo hay una cueva, y se llama la Sopeña del Algarrada».
Recomendar, por último, cuidadoso respeto a la toponimia por parte de cualquier entidad o trabajo que se acometa.
Es otro modo de salvar otra parte importante de nuestra Historia.
Un nuevo dato, recogido por Gabriel Puig y Larraz, de la Sociedad Geográfica Madrileña, en su obra: Cavernas y Simas de España (1896), nos confirma el uso de la toponimia de esta cueva en ese período, al citar en su apartado de la provincia de Madrid, municipio de Getafe: Cueva de la Magdalena, gruta estrecha y no muy profunda; a una legua de Madrid,a orillas del Manzanares/ fuentes: Pérez Arcos(Soc. Española de Historia Natural, III Anales/ Serafín de Uhagón -naturalista-/ Margas yesosas miocenas.