La vida real del Canal podemos decir que empezaba en el Embarcadero, donde era posible subir a una falúa y recorrer en barco los campos que hoy son el Parque de la Arganzuela, el Tierno Galván, el Tramo 1 y 2 del Parque Lineal y el Tramo 3, ya en el Parque Regional del Sureste.
Aunque en la época de Carlos III se centralizara aquí la administración del Canal, sería posteriormente cuando a su alrededor se construyera toda una ciudad dedicada a la explotación industrial del mismo.
Embarcadero del Canal
El embarcadero suponía el lugar por donde podría acceder el público al Canal, subir y bajar de las embarcaciones y en definitiva navegar por el sistema de esclusas diseñado.
Según la tradición popular, la puerta de dicho embarcadero se encuentra hoy en el parque de «El Cruce», en VillaVerde Alto, aunque según hemos podido constatar, es sólo tradición, ya que la versión original estuvo instalada muy cerca de su emplazamiento original, en la desaparecida Plaza de la Condesa Pardo Bazán. Esa puerta, con muchas más posibilidades de ser la orginal, difiere bastante de las que hoy hay en «El Cruce».
La ciudad del embarcadero
La zona del embarcadero debió ser una pequeña ciudad donde se centralizaba la administración, producción y mantenimiento del Real Canal del Manzanares. De hecho, su nivel de autonomía llegaba a lo espiritual, que como hemos visto estaba suficientemente satisfecho con la capilla que se encontraba en la misma plaza.
Son particularmente destacables los edificios dedicados a la producción de yeso, puesto que esta actividad es la que dará sentido al Canal del Manzanares incluso algo después de la entrada en funcionamiento de la linea de ferrocarril a Aranjuez. La piedra sería transportada desde las canteras del Parque Lineal a bordo de las chalupas del Canal. Una vez aquí la roca yesífera se trituraría en estos molinos, y en los hornos sería deshidratada hasta completar su proceso de fabricación.
También es muy importante el primer vivero que aparece en el Canal, pues esta será precisamente su otra actividad principal, el servir de criadero de diversas especies de árboles. En este caso se trataría de adornar las inmediaciones del embarcadero y como suplemento subsidiario al resto del Canal. Veremos, no obstante, qué viveros había más y probablemente más grandes.