La Caja Mágica parece querer inaugurarse contra reloj. Es una apuesta decidida del Ayuntamiento de Madrid y que sin duda trata de estar enmarcada en el proyecto olímpico de Madrid 2016. La compañía constructora realiza tres turnos diarios para acabar unas obras que serán inauguradas por estrellas del tenis precedidas por las de la música mundial.
Todo enmarcado en el Tramo 1 del Parque Lineal del Manzanares. El segundo de los tramos parece seguir esperando una resolución firme para su recuperación histórica y medioambiental.
Nadie ajeno a las obras se arriesgaría a apostar porque la Caja Mágica esté a punto para el próximo 8 de mayo. Manolo Santana, sí. El director del Mutua Madrileña Open está obligado a creer a los responsables de FCC, la constructora encargada de dar forma al colosal diseño de Dominique Perrault para este Masters 1.000 que estrena sede, formato mixto y nuevas fechas con el objetivo de ponerse a la altura de los cuatro grandes, entre los que aspira estar algún día. Ubicada en el Parque Lineal del Manzanares, a tiro de piedra del centro de Madrid, los trabajos han entrado en una frenética recta final, con tres turnos diarios, para llegar a tiempo de que una estrella del rock como Lenny Kravitz ponga la guinda a la inauguración oficial con un concierto en el estadio principal.
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Alta tecnología, diseño, funcionalidad y respeto al medio ambiente al servicio de un proyecto muy ambicioso que da el relevo al torneo indoor que se disputaba en octubre desde hacía siete años en el Madrid Arena de la Casa de Campo y ocupa la plaza en la temporada de tierra del Masters Series de Hamburgo. Una espectacular construcción en la que el consistorio madrileño ha invertido un mínimo de 150 millones de euros con la intención de que se convierta en uno de los complejos emblemáticos de la candidatura para los Juegos Olímpicos del 2016.
El ayuntamiento aprobó la semana pasada unos gastos de 10,6 millones de euros para la celebración de esta primera edición, que reunirá a las grandes estrellas del circuito de tenis masculino y femenino. «Se trata de la confirmación de que hemos hecho las cosas bien. Tanto la ATP como la WTA han reconocido que somos capaces de organizar un torneo en el que se va a triplicar todo, empezando por la participación», afirma Manolo Santana. El cambio de escenario obligará a los jugadores a variar su preparación al tener que jugar en altura una semana antes de ir a Roland Garros. Un problema que preocupa a Rafael Nadal, que prefería jugar en Madrid en octubre. «Puede que a alguien le perjudique, pero a un fenómeno como Rafa, con esa capacidad física y mental, en absoluto», asegura.
Pistas de tierra azul
Con lo que no han tragado los jugadores ha sido con la propuesta de la organización de jugar sobre una mezcla de tierra batida de color azul, pese a que Santana reitera que tiene idénticas características al tradicional polvo de ladrillo. Feliciano López y Albert Costa, capitán del equipo español de la Copa Davis, la probaron en Barcelona, pero no acabó de convencerles. «No ha cuajado, pero no se descarta para el futuro. No se trata más que de de un cambio de color y eso no significa nada para los jugadores. El azul encaja bastante bien en Madrid y además es el color de nuestro patrocinador principal. Fue una idea de Tiriac y creo que lo acabaremos sacando. Cuando los jugadores vean que es exactamente igual que la roja no habrá ningún problema», insiste Santana. Por eso una de las pistas exteriores será de tierra azul para que los tenistas puedan probarla y comprueben el impacto que produce.
Central de cristal
Perrault ha construido un complejo espectacular a base de acero, madera y vidrio que será «la envidia del mundo del tenis». Se vertebra en torno a un espacio único que constará de dos edificios diferenciados: la Caja Mágica y el Tenis Indoor. El nombre de Caja Mágica se debe a un diseño polivalente que permite que el edificio central mute según la luz y las necesidades deportivas. Su exterior es reflectante y opaco de día, para proteger del sol, y centelleante de noche.
El elemento más llamativo de la Caja Mágica es la cubierta del estadio principal, que alcanza los 103 metros de largo por 73 de ancho (como un campo de fútbol). El techo retráctil permitirá cubrirla en apenas 12 minutos.
El Tenis Indoor contará con cinco pistas cubiertas con gradas para 500 espectadores y seis pistas cubiertas de entrenamientos, piscina interior, zona de spa, gimnasio, restaurante y zona administrativa para uso de la Federación de Tenis de Madrid. A estas instalaciones se añade el espacio denominado Tennis Garden, una isla ubicada en la zona norte en la que se construyen 16 pistas exteriores (dos de hierba, dos de superficie rápida y 12 de tierra batida) y una zona de aparcamiento. En total, una superficie construida de 60.000 metros cuadrados. Todo con vistas a que el torneo no se vaya nunca de Madrid. De momento, Ion Tiriac, su dueño, tiene contrato con el Ayuntamiento hasta 2014.
Fuente: El Periódico
Foto: http://www.perraultarchitecture.com/