La Casa de Compuertas de la Real Acequia del Jarama. Un hito realmente significativo en el camino
Muchas han sido las vicisitudes del histórico Canal del Jarama -o Real Acequia del Jarama– obra hidráulica creada a fin de garantizar un riego ordenado de toda la vega derecha de los ríos Jarama y Tajo, entre los municipios comprendidos entre Rivas-Vaciamadrid y Mocejón, a lo largo de sus 72 kilómetros de trazado.
Cinco siglos han transcurrido desde que Felipe II concibiera un sistema de riego que paulatinamente irrigara las tierras que poco a poco incorporaba a su Real Patrimonio, en un entorno rico en especies animales aptas para el ejercicio de la caza mayor y menor, a caballo de Madrid y Toledo, que a su vez iría dotando de palacios y otros asentamientos de ocio y descanso.
Este es el relato de la excursión privada que hicimos hace un par de semanas por los confines del Parque Lineal del Manzanares.
Aunque la construcción de la Real Acequia del Jarama es de factura moderna, aún quedan restos de los sillares originales en compuertas y zonas móviles
La obra de la Real Acequia del Jarama en su conjunto ha ido acumulando junto al canal principal, que no siempre observó idéntica traza, toda una serie de infraestructuras y obras auxiliares, entre las que destacaríamos la presa y toma de agua inicial, la casa de compuertas, el túnel del Acirate, los puentes y gallipuentes, las viviendas de los trabajadores del mantenimiento de la Acequia, e inclusive existió una Casa de Administración de la Acequia ubicada en Ciempozuelos.
El mayor inconveniente que siempre tuvo, fueron las continuas pérdidas de agua, debidas a las cualidades del suelo, calizo, poroso, fácilmente disoluble. Los enormes sumideros formados hacían una y otra vez inviable el proyecto a la vez que objeto de remoción o replanteo.
La teoría de una acequia de este tipo es bien simple. Tomando el agua del río en un punto determinado se debe construir una traza que siempre mantenga desnivel o caída con el río hasta el punto de confluencia.
De los tramos intermedios se derivarán acequias menores de reparto que lleguen a cada zona o punto estudiado.
Mapa de la Acequia del Jarama desde su nacimiento en la Presa del Rey
La construcción de la Real Acequia del Jarama se trató de ir financiando con los ingresos reportados por sus usuarios, pero ante las enormes fugas producidas se venía abajo cualquier plan de financiación a la vez que su propia utilidad.
Aparte del regadío, se previó igualmente el uso de la fuerza hidráulica aplicada a los diversos molinos que se erigieron junto al cauce.
Cinco largos siglos, decíamos, en los que una sucesión monarcas e ingenieros trataron de llevar adelante el ambicioso proyecto. Se cita entre otros a Juanelo Turriano, a Carlos de Witte, a Pedro Delgado, a Juan de Otazo,… Precisamente de éste último se supone la autoría, en 1574, de la primera presa así como de la Casa de Compuertas; construida bajo dirección de Juan de Herrera, según algunas fuentes.
La Casa de Compuertas de la Real Acequia del Jarama
Bajo el edificio descansan túneles donde se alojaba el sistema de compuertas
La Casa de Compuertas de la Acequia del Jarama, aunque sin uso, apartada del cauce primitivo, aún se yergue majestuosa en mitad de los campos que colindan con la acequia; próxima a los cantiles que a espaldas de la Fábrica Nacional de La Marañosa, acechan esta ribera derecha del Jarama.
Su traza neoclasicista de cantería bien labrada con alguna moldura equilibrada rematando cornisa de paramentos y huecos de ventana, crea un efecto de sobrio y elegante equilibrio característico de este tipo de obras.
A la Casa de Compuertas se la conoce como “El Castillo” y así aparecía inclusive en los partes de operaciones de guerra que en febrero del 37 se desarrollaron en su entorno, durante la Guerra Civil Española.
Algún autor adujo que posiblemente sus piedras procedieran de la iglesia del antiguo despoblado de Aluende/Alvende, que se ubicó en este mismo lugar. Hemos analizado este aspecto in situ, pero nada de lo observado nos ha permitido corroborar tales teorías.
Una de las instalaciones que aún sobreviven junto a la acequia
Ni se observan piedras reutilizadas o relabradas, ni tampoco son ostensibles las marcas de cantero que a lo largo de la Edad Media señalaron las autorías personalizadas con tal modo de firma, de aquellos maestros artesanos, cuyo salario se deducía del recuento de las marcas observadas.
Por terminar, decir que con el descubrimiento del hormigón hidráulico y la aplicación de tramos prefabricados en sección de U autoportantes, se fueron resolviendo a lo largo del siglo XX los problemas reseñados, dando la imagen que actualmente tiene la Real Acequia del Jarama.
Ya la construcción del embalse de Santillana en 1908 permitió mitigar los largos estiajes, regulando los aportes del Manzanares al Jarama. En 1971 se construyó la Nueva Presa del Rey que actualmente podemos contemplar, y hay quien dice que cuando vienen las aguas bajas, aún pueden ser contemplados los restos centenarios de la antigua presa, aguas arriba de la actual.
Muy interesante, Angel. Siempre sorprendiéndonos con datos, curiosidades y detalles históricos.