La ruta por el Castillo de la Alameda de Osuna, a la que acudimos en otro de los eventos sólo para socios GIPL, acaba de concluir las actividades de la Asociación para el ejercicio 2010. En esta semana, se decidirá cuales son las nuevas actividades y rutas públicas del nuevo año 2011.
En esta ocasión acudimos invitados y guiados por Ignacio Bazán y una nutrida representación de Gefrema. La ruta trataba de acumular información y conocimientos sobre el pasado medieval de Madrid, de vital importancia para la nueva web de historia que el equipo de investigación del GIPL sacará para el año que viene.
Los paralelismos con el Parque Lineal del Manzanares son abundantes. La posición dominante sobre el arroyo de Rejas permitió que este espacio viera florecer diversas civilizaciones, desde el Calcolítico hasta la Guerra Civil Española, pasando por el Hierro y el periodo islámico y cristiano. El Fuero de Madrid, que dibujara el campo de la ciudad en el Medievo, ya citaba este lugar cuando decía «Que las justicias de Madrid declaren públicamente los éjidos donde el ganado de los madrileños entre y abreve sin vacilación alguna […] Otro abrevadero está […] entre el arroyo de Rejas, el caserío de Juan Muñoz y el Atarafal«. Poco después el Fuero describe con sucinta exactitud lo que hoy son las tierras del Parque Lineal del Manzanares.
Precisamente la ocupación durante el Hierro II supuso un poblamiento muy similar al poblado Carpetano de la Gavia, que se cita como ejemplo paradigmático en los paneles y publicaciones que el Ayuntamiento ha editado al efecto.
Aunque sin pasado islámico encontrado, la reconquista sí instaló su atalaya en el convulso Medievo, levantándose un bello castillo por la familia de los Mendoza (S XV), ahora casi totalmente recuperado y en espera de nuevas actuaciones arqueológicas. En el Parque Lineal, sabemos que hubo al menos dos atalayas de origen árabe que luego serían reocupadas por la cristiandad: La Torrecilla y la Torre de Abén Crispín. Ambas vigilaban el vado arenoso y el cruce de caminos que hoy es el paraje de la Octava Esclusa del Real Canal del Manzanares.
El castillo perdería con el tiempo su carácter defensivo para convertirse en un signo de poder de la aristocracia, pasando de mano en mano, primero por los Zapata (S XVI) y luego por los Fernán-Núñez, quienes construyeran a su lado un panteón familiar –hoy también parte de este conjunto histórico- y cayera en desuso el propio castillo.
El castillo sería reocupado por las tropas republicanas durante la Guerra Civil, dejándonos junto al él una pequeña fortificación de hormigón también recuperada por el Ayuntamiento de Madrid. Las instalaciones de ese tipo que dejara la http://www.parquelineal.es/guerracivil/http://www.parquelineal.es/guerracivil/ son innumerables.
La ruta finalizó visitando el bunker del general Miaja en el Parque del Capricho, a unos 500 metros. Una red de túneles hormigonados y cerrados por accesos bajo pesadas puertas blindadas que se conservan perfectamente. Un gran Patrimonio histórico de nuestra guerra que no pudimos visitar, ya que es necesario pedir cita para recorrer sus galerías. Será en la próxima, pero en su defecto os dejamos este video rodado por el Colectivo Guadarrama que nos remite amablemente Manuel.
El yacimiento arqueológico del Castillo de la Alameda de Osuna es único por la gran cantidad de historia que atesora en unos pocos metros cuadrados, y único por encontrarse en pleno casco urbano de la ciudad de Madrid. El ayuntamiento acaba de invertir en el 3 millones de euros por estas razones y, probablemente, por la rentabilidad que de él obtenga por una u otra vía.
La inauguración del centro de interpretación se produjo el pasado febrero de 2010. En torno a él descansan los restos restaurados, y en algunos casos totalmente reconstruidos, del castillo, de la casa del guarda, y del bunker de la Guerra Civil. El yacimiento está a la espera de una segunda intervención que recupere otra parte de la historia. El acceso, no sólo es gratuito, sino que además ofrece la oportunidad de adquirir la magnífica publicación que edita el Ayuntamiento de Madrid por el simbólico precio de un euro. Una buena opción hoy por hoy frente a las aglomeraciones poco recomendables del centro de Madrid.
Imposible no hacer paralelismos entre el magnífico centro de interpretación del Castillo de la Alameda de Osuna y el Parque Lineal del Manzanares. La historia, muy similar, los restos del PL, incalculables y de incalculable valor, palidecen en 6000 hectáreas de extensión víctimas de la indiferencia ciudadana y administrativa. Ese es el primer problema, lo complejo de abordar un proyecto de recuperación sobre una superficie tan amplia, costosa de mantener y con una rentabilidad por euro invertido, muy baja.
La inversión municipal en el centro de interpretación del Castillo de la Alameda de Osuna es actualmente impensable en los barrios madrileños del Parque Lineal, en Vallecas o en VillaVerde. Máxime viendo lo complejo de sostener unas instalaciones tan pequeñas con cuatro personas a su cargo y unos paneles, cartelería y caminería que tardarán meses en deteriorarse ¿Nos lo debemos permitir? Quizá en la Alameda de Osuna sí, pero algo nos dice que el mantenimiento de la inversión sería bien distinto a esta orilla del Manzanares, sino imposible de abordar en un territorio tan vasto como el cubierto por el Parque Lineal.
Convendría refrescar la propuesta que desde este blog de noticias se hizo a los lectores: Parque Lineal del Manzanares, una recuperación histórica y medioambiental sostenible, para poder empezar a plantear alternativas serias y competitivas frente a la simple y mera destrucción del espacio del Parque Lineal del Manzanares.
Sin duda, una visita de lo más interesante y una mañana muy agradable que finalizó, como de costumbre, con unas cañitas 🙂
Qué interesante lo que contáis ¡lo copio! también
Ya os lo digo… para republica-rlo el 26 de enero, al mensuario de aquí.
Gracias por vuestra labor: PAQUITA -ABRAZOS-
Me gusta la información que nos proporciona, he vivido en la alameda 30 años, GRACIAS ya se algo mas.