Durante el siglo XVIII tuvo lugar en Madrid la materialización de un sueño histórico en la corte de los Borbones: hacer navegable el Manzanares. La complicada tarea fue retrasada varias veces hasta que se decidió hacer un canal que, paralelo al río y partiendo del puente de Toledo, extrajera sus aguas de aquel y mediante esclusas permitiera la navegación de pequeñas barcazas hasta la localidad de Vaciamadrid, donde Manzanares y Jarama se encuentran en una explosión de naturaleza que ha llegado incluso a nuestros días.
La obra del Canal llevó aparejadas otras de diversa índole, como casas y almacenes para trabajadores y visitantes, fábricas y molinos, viveros, y un sinfín de adornos y embellecimientos que hicieron brillar al Parque Lineal del Manzanares como nunca antes lo había hecho y que, hasta la fecha, nunca más volverá a hacer.
El sueño ilustrado de los reyes Borbones que se fueron sucediendo en el trono, ha dejado una profunda huella arqueológica en lo que hoy llamamos Parque Lineal del Manzanares, y cuya marca se extiende hasta bien entrado el Parque Regional del Sureste, siempre acompañando al río Manzanares, el río que quiso ser grande y cuya grandeza parece haberse olvidado en la noche de los tiempos.
El Real Canal del Manzanares
Los anhelos de navegar por el Manzanares se podría decir que cobran fuerza en el año 1.580, cuando Felipe II es coronado rey de Portugal. Es Juan Bautista Antonelli quien hace los cálculos necesarios para poner en marcha el sueño de la que entonces era la Corte más poderosa del mundo.
El entusiasmo del Rey hace que pronto Antonelli se ponga manos a la obra. El nuevo canal de navegación trataría de unir Madrid y Lisboa, pasando por Vaciamadrid, donde se instalaría un puerto de falúas a espaldas del Alcázar. De ahí a Aranjuez y luego a Toledo por el Tajo, hasta finalmente llegar al Mar Atlántico en Lisboa.
Antonelli y sus técnicos logran remontar el Tajo desde esta ciudad portuguesa a bordo de una chalupa. Después lo hacen con el Jarama y finalmente con el Manzanares. Se plantan en la Corte, trayendo estudios y mediciones de por donde debería ser construido un ingenio de costes desproporcionados.El propio Felipe II, junto al Príncipe, infantas, damas de la Corte y Grandes de España, hacen una excursión desde Vaciamadrid hasta Aranjuez en el año 1.584. A pesar de todo, el proyecto se estanca.
El Rey de España mantiene a duras penas un imperio militar de proporciones gigantescas. El Tesoro Público no está para grandes inversiones, y las del Canal exigían un aporte de oro superior al de cualquier campaña bélica. Pero el verdadero problema es la ausencia de nación con un verdadero poder central.
Los terratenientes y propietarios de molinos, presas e ingenios hidráulicos, se oponen, aislada pero ferozmente, a la utilización de sus tierras para la construcción del Canal. En ellas, no hay rey que mande, ellos son la fuerza y la ley en sus dominios, y el Rey lo será exclusivamente en los suyos. En 1.588 muere Antonelli y en 1.598 hará lo propio Felipe II, desapareciendo con ellos la idea de hacer puerto de mar en Madrid.
Cronología del Real Canal del Manzanares | ||
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1.580 | Proclamación del Rey de Portugal. Primeros proyectos de Antonelli. Los proyectos se suspenden. | Felipe II. |
1.700 | Primeros intentos de preparar las obras de navegación. El proyecto se suspende. | Carlos II |
1.756 | Se realizan los primeros estudios de navegación del Manzanares. | Fernando VI |
1.770-1.777 | Se inicia la construcción del Real Canal. Se termina el embarcadero y 8 esclusas que hacen navegable el Manzanares hasta la Real Galiana. | Carlos III |
1.808-1.814 | Guerra de la Independencia. Se destruyen los campos y recursos de buena parte del Real Canal. | José I Bonaparte |
1.818 | Reparaciones en el Puente de La Gavia | Fernando VII |
1.818 | Proyecto y ejecución de la cabecera del Real Canal. | Fernando VII |
1.821 | Construcción de la Novena Esclusa | Fernando VII |
1.821 | Construcción del Puente del Congosto | Fernando VII |
1.825 | Construcción de la Décima Esclusa. | Fernando VII |
1.825 | Reparaciones en la Séptima Esclusa (tramo de Carlos III) | Fernando VII |
1.826 | Construcción del Puente de Santa Isabel (tramo de Carlos III) | Fernando VII |
1.826 | Construcción del Puente de Cambroneras | Fernando VII |
1.826 | Inicio de las excavaciones para el embarcadero de Rivas | Fernando VII |
1.829 | Construcción del Puente de los Migueles-Hundimiento | Fernando VII |
1.830 | Construcción en la Cuarta Esclusa de dependencias de mantenimiento (tramo de Carlos III)o | Fernando VII |
1.831 | Construcción del gallipuente de la Segunda Esclusa (tramo de Carlos III) | Fernando VII |
1.831 | Reparaciones en la Cuarta Esclusa (tramo de Carlos III) | Fernando VII |
1.831 | Construcción del malecón del Real Canal y de un nuevo muro de aislamiento entre la Tercera y la Cuarta Esclusa (tramo de Carlos III) | Fernando VII |
1.831 | Se agotan paulatinamente los fondos destinados al Real Canal. Comienza el deterioro de la navegación. | Fernando VII |
1.836 | Construcción de un molino harinero en la Segunda Esclusa (tramo de Carlos III) | Isabel II |
1.838 | Construcción de molinos de pólvora de la Hacienda Nacional en la Primera Esclusa (tramo de Carlos III) | Isabel II |
1.841 | Construcción de la casa del peón conservador de la Tercera Esclusa | Isabel II |
1.845 | Subasta del salto de aguas de la Cuarta Esclusa para el Molino de Cartón | Isabel II |
1.848 | Puesta en funcionamiento de un dique para la construcción de barcos en el embarcadero | Isabel II |
1.851 | Inaugurada la linea de ferrocarril Madrid-Aranjuez | Isabel II |
1.862 | El Ayuntamiento de Madrid ciega el primer tramo del Real Canal de unos 500 metros, desde el Puente de Toledo hasta el Puente de Santa Isabel. | Isabel II |
No será hasta el año 1.770 cuando Carlos III expropia los terrenos circundantes y, con la financiación de la Corona, inicia el costosísimo proyecto de navegabilidad. Antes de él, el empresario Pedro Martinengo habría fracasado en el primer intento creible.
En un comienzo se pretendía primero hacer navegable el Manzanares, pero debido a dificultades técnicas y de presupuesto de diversa índole, sólo se consigue la navegación desde el embarcadero, bajo el Puente de Toledo, hasta la octava esclusa, en la Cañada Real Galiana.
Para esta empresa se crea una compañía con 300 acciones, a la cual se le da permiso para construir «molinos harineros y otras máquinas hidráulicas en sus esclusas«. Se esperaba así que la sociedad continuara con sus fondos hasta que el Real Canal del Manzanares pudiera ser rentable. No fue así y la Corona tuvo que hacer una aportación extra para llegar a la Octava Esclusa.
Tras la invasión francesa y entre 1.818 y 1.830, Fernando VII continúa con las construcción de esclusas hasta Vaciamadrid, donde inicia la edificación del embarcadero. Además, se repara y se reconvierte el tramo anterior -del monarca Carlos III- en un inmenso vivero donde el propio Fernando VII instala una residencia para cortos periodos de tiempo. El Real Canal del Manzanares vive sus mejores momentos y bulle de historias e intrigas palaciegas y populares.
A punto de perfeccionarse la navegación al completo, y con las obras del embarcadero y del último tramo casi terminadas, los fondos se agotan y se inaugura en 1.851 el Tren de Aranjuez, de mayor eficiencia y eficacia económica que el Canal del Manzanares, el cual va cancelando la navegación en diferentes tramos para finalmente, en la segunda mitad del siglo XIX, reconvertirse para otros usos.
A partir de entonces, con la retirada de los fondos que la Corona aportaba, el Canal sobrevive falto de mantenimiento, intentando rentabilizar sus gloriosas instalaciones en actividades mundanas, a veces pestilentes, arrendando o subarrendando cada palmo de unas tierras por las que había desaparecido el interés público. Las aguas se estancan y los cauces se emponzoñan, apareciendo las enfermedades infecciosas y la degradación lógica tras la retirada de la inversión pública. Y así hasta nuestros días sin apenas variaciones.
Real decreto, mandando sacará subasta por termino de treinta años el canal de Manzanares.
[…]El canal de Manzanares es una de aquellas obras que, emprendidas en un primer momento de entusiasmo , reservan á los pueblos un tardío y costoso desengaño. […]Pero la experiencia ha demostrado, no solo la imposibilidad de realizar aquella empresa, sino la completa infecundidad de lo que va hecho.
Crecidas sumas de millones se han invertido en la obra, habiendo pasado de mas de un millón de reales anual […], sin que esas aguas, que acaso han influido perniciosamente sobre la salubridad pública , se hayan utilizado en riegos , ni aprovechádose todas sus caídas en objetos industriales[…]
La prudencia aconseja sin embargo la conservación de estas obras hasta que […] pueda fallarse acerca de su destino[…] deseando librar al Erario del gravamen que le infiere el canal de Manzanares, y utilizar de alguna manera las crecidas sumas empleadas en su construcción , de conformidad con lo propuesto por mi Ministro de Comercio , Instrucción y Obras públicas , vengo en decretar lo siguiente: Articulo 1º. Se subasta en renta por el término de treinta años el canal de Manzanares y todos sus enseres y pertenencias […]
Colección legislativa de España. Ministerio de Justicia
En la actualidad el Real Canal del Manzanares ha desaparecido hasta lo que hoy llamamos Tramo 2 del Parque Lineal, aunque en las obras de soterramiento de la M-30 hayan aparecido restos de la cabecera (en Madrid-Río, justo antes del Tramo I del Parque Lineal).
La Cuarta Esclusa es el resto más llamativo, llegando a nuestros días en relativo buen estado la casa del peón conservador. De la Quinta, Sexta y Séptima Esclusa quedan algunos restos, mientras que de la Octava sigue en perfecto uso su sólido gallipuente. La Novena y Décima Esclusa tendrían hoy serias posibilidades de ser recuperadas por completo, si existiera algún interés en ello.