El agua de la que se nutría el Real Canal no podría ser de otro sitio que el río de Madrid. Poca era el agua que podía aportar el aprendiz de río, no obstante, tras varias modificaciones, se logró mantener la navegación por el Canal durante todo el año con sólo el agua del Manzanares. Sin duda toda una proeza para la época, si bien hay que pensar que por el río fluye agua constantemente y por el Real Canal del Manzanares lo hacía estancada por tramos cerrados por esclusas.
Captación de las aguas para la navegación
El sistema de captación de las aguas vemos que respondía a una idea muy simple, reteniendo las aguas del río Manzanares justo bajo el puente de toledo, mediante una presilla que paraba las aguas y las encauzaba hacia una tubería -una alcantarilla o pequeñoviaje de agua– que alimentaba un poco más abajo el canal.
Como nos dice Madoz, el sistema del año 1.777 no debía permitir que el Canal fuera navegable a través de su sistema de esclusas en las épocas más secas. En verano el Manzanares no debía llevar suficiente agua y es probable que la presilla del puente de Toledo no retuviera aguas suficientes para alimentar las alcantarillas.
Tuvo que ser en el año 1.838 cuando se mejoró el sistema de captación de aguas, a trece años de la irrupción del ferrocarril a Aranjuez, momento en el que el Canal languidecería como lugar productivo.
La noria del registro del Dragón
Estas aguas, ya encauzadas para servir de suministro al Real Canal, se utilizaban incluso antes de llegar a este. Es el caso de la noria a la que Madoz se refiere y que repartía aguas para regar los primeros jardines que adornarían el Canal, costumbre esta que se extendió durante más de un siglo por buena parte de su extensión.
En el plano superior podemos ver que cuando ya el Canal fue cegado en su primer tramo, aún quedaba la noria y los jardines que eran regados por ella. Vemos, así mismo, que la presilla ya había desaparecido y que el tren había empezado a ganar la batalla al Canal. Los jardines poco a poco devinieron en el Parque de la Dehesa de la Arganzuela.
Al principio de estas lineas podemos contemplar la obra del artista inglés David Roberts, que en la primera mitad del siglo XIX dibujara esta toma del Puente de Toledo. En ella podemos ver como a la izquierda funciona una noria sacando agua del río, muy probablemente similar a la que acabamos de describir del Canal y que servía para riegos.