Varela se desplaza al frente de continuo y sigue personalmente las operaciones, que tras el arranque del día 6 de febrero, tienen como primer objetivo dominar las alturas que se alzan en la confluencia de los ríos Manzanares y Jarama.
Durante la jornada del 8 de febrero las tropas de Rada y de Barrón, bajo una intensísima lluvia, se confrontan en los cortados de la Marañosa con la 19 BM.
Tras una dura preparación artillera, la infantería y los carros de combate nacionalistas tomaron, en contra de la enconada resistencia que se vivió en las jornadas anteriores, el Vértice Coberteras y tras la retirada de las unidades republicanas, alcanzan el Espolón de Vaciamadrid.
Para frenar el ataque, los republicanos se vieron obligados a emplear a fondo la artillería, bombardeando intensivamente las alturas de Coberteras y sobretodo la Loma Intermedia, un cerro alargado ubicado junto al Vértice, que en lo sucesivo llamarán «Loma Artillera».
Cuando dimos el asalto, las ametralladoras y fusiles ametralladoras de los rojos tiraban que era un primor y las trincheras estaban llenas de tíos. Nosotros caíamos como chinches […]
Cuando seguíamos avanzando hacia el vértice de Coberteras, los rojos hicieron un esfuerzo y saliendo por un barranco intentaron filtrarse a retaguardia del tabor […]
Yo creo que nuestro objetivo era sólo Coberteras. Acaso me equivoque, pero en cuanto vimos que los rojos chaqueteaban, seguimos avanzando seis kilómetros y llegamos al Espolón de Vaciamadrid.J.Mª. Gárate Córdoba
A partir de ese momento, las tropas rebeldes tendrán a tiro de fusil la carretera de Valencia, por lo que queda inmediatamente intransitable. El mando republicano tiene que desviar el tráfico por carreteras secundarias y evitar así que Madrid quede privada de su principal vía de suministro.
Por la carretera se hallan dispersos automóviles despanzurrados, cables telegráficos rotos por los obuses […] Las balas han empezado a chascar la carretera, pero tontamente, con retraso, sólo una ha resonado en la caja de nuestro Buick […] No podía ser de otro modo. Los fascistas baten la carretera hace ya una semana y no esperaban que hubiera tontos para pasar en coche por aquí […] Nos hemos lanzado como una bala por el puente de Arganda, allí han corrido a nuestro encuentro los franceses de la Doce Brigada […] Lukács me ha echado un rapapolvo. Me ha amenazado con dejarme sin comer por intento de suicidio.
Mijail Koltsov – 16 de febrero de 1.937
Los republicanos no cejan en recuperar la posición, y ese mismo día un proyectil de artillería cae sobre La Marañosa causando 26 muertos en un solo lanzamiento. Los cerros de Coberteras son bombardeados de manera constante. Los obuses proceden de la batería emplazada al otro lado del Manzanares, en el Cerro Redondo y Vértice Cumbres.
El día 9, con las Brigadas Mixtas 1ª y 9ª se crea la 11 División, y en la noche del 12 al 13 recibo la orden de trasladarme al Jarama con la 1ª Brigada, dejando la 9ª en la región de Villaverde-Entrevías para participar en la operación de La Marañosa. Enrique Líster Forján – Jefe de la 11 División
El día 9 de febrero, ante el grave cariz que están tomando los acontecimientos, el mando republicano envía unidades de choque a la zona. Enrique Líster, una de las grandes figuras en la Defensa de Madrid, acababa de ser nombrado jefe de la recién creada 11ª División, que agrupaba a la 1ª y la 9ª Brigada Mixta, unidades de probado valor en acciones anteriores.
En un duro contraataque –el primero republicano en la batalla- y contra unas posiciones elevadas, aún en clara desventaja, la 1ª Brigada Mixta de Líster logra recuperar el Espolón de Vaciamadrid, o eso es lo que declara su comandante; hecho por el cuál es felicitado por el General Pozas. La «conquista», en realidad se reduce a tomar algunas posiciones en altura, en torno a las posiciones nacionalistas que controlan las cumbres. Aunque menor, supone la primera victoria gubernamental en la Batalla del Jarama, que además es protagonizada por tropas experimentadas.
Líster pudo exagerar los resultados reales de su ataque. Otro hecho, que añade más confusión, es que según documentos, el día 10 ó 11, la 19 BM lo vuelve a perder, dejándolo en manos nacionalistas hasta la ofensiva del día 17, en que será recuperado parcialmente por los republicanos, como veremos más adelante.
El parón parcial de los días 9 y 10
El día 10 de febrero las lluvias arrecian, y la Batalla del Jamara sufre un parón que es aprovechado por ambos bandos para reorganizar sus fuerzas. Con la orilla derecha del Jarama totalmente perdida ya para los gubernamentales, urge conservar los puentes para evitar el paso del enemigo. Tres eran tales puentes, si exceptuamos el de Casa Eulogio sobre el Manzanares. De Sur a Norte:
- Puente de Titulcia, al que acude alguna unidad de la 17 BM.
- Puente de San Martín, al que acude también tropa de la 17 BM
- Puente del Pindoque, al que acude la 2ª Cía de Bon.André Marty,(XII BI)
- Puente de Arganda, al que también acude el Bon.Garibaldi, (XII BI)
Salvo el del Pindoque, todos eran puentes de carretera, útiles para el avance de vehículos y tropa, mientras que éste, ferroviario, era más estrecho e incomodo para el trasiego de vehículos y caballería. Todos ellos protagonizarán la 2ª fase en la Batalla del Jarama.
El parón nacionalista de su propia ofensiva, motivado por las intensas lluvias, dio una oportunidad única al mando republicano, para concentrar las fuerzas propias al otro lado del Jarama, atrayendo hacia un frente que ya empezaba a dibujarse, los tanques y aviones soviéticos que en principio no subestimaban al contrario.