El 12 de febrero la brigada de Sáenz de Buruaga termina de cruzar completamente el Pindoque y se coloca a la derecha de Barrón, avanzando hacia Vallequillas desde donde se dividen las fuerzas para acometer el ascenso al altiplano de los olivares. Los caminos emprendidos los va marcando el curso de los barrancos y diversa caminería que se abren desde la meseta y caen sobre el Jarama. De norte a sur encontramos, el Barranco del Herrero, el Camino de la Boca de la Zorra, el Camino de las Amargas, el Camino de San Martín, el Barranco del Horcajo, y el Camino Viejo de Chinchón.
Tomando el Camino de la Boca de la Zorra se accede a la Casa del Alto de Vallequillas, otra «Casa Blanca», donde se instala el Puesto de Mando de Sáenz de Buruaga.
La Brigada de Asensio acaba de tomar el puente de San Martín, por lo que la Batalla del Jarama se balancea por momentos hacia el Sur, y avanzan por la falda de los cantiles hacia el Barranco del Arroyo de la Marañosa, desde donde acometerán la ocupación del macizo del Pingarrón y la Peña de Romo donde instala Asensio su Puesto de Mando.
Desde la mañana del día anterior, 11 de febrero, la Brigada de Barrón ha tomado el Monte de Pajares y ha instalado el Puesto de Mando en la Casa del Guarda, pequeña edificación situada a NE del Vértice Pajares, a menos de 700 metros, excelente observatorio del territorio donde se prevén las siguientes operaciones de sostén del ala izquierda del ataque, en el momento que reciban la orden de Varela.
Esa mañana del 12 de febrero, seis batallones de la XI y XV Brigada Internacional, recién llegadas a la zona, se despliegan desde primera hora de la mañana, partiendo de la línea de la carretera de Vaciamadrid a Colmenar, entre El Alto del Moro y el Barranco de la Fuente del Piojo en dirección contraria, en busca del enemigo.
El orden de batalla de los batallones de voluntarios internacionales es el siguiente:
Thaelmann, Edgar y Commune de París, de la XI BI se despliegan desde el Alto del Moro-Casa de la Radio hacia Monte de Pajares, Venta del Resolí, Barranco y Alto de Majadahonda, al encuentro de las fuerzas de Barrón.
Dimitrov, Six Frevier y British, de la XV BI, avanzan al encuentro de las fuerzas de Sáenz de Buruaga, más al sur. Los dos primeros entre Los Pilones y El Megial, atravesando los olivares, y el British cruzando La Jara Alta hasta topar con la Senda Galiana.
Allí se produce inesperadamente el combate de encuentro entre fuerzas de Regulares y voluntarios internacionales ingleses e irlandeses. En un entorno accidentado, bajando el barranco que discurre junto a la loma que pasará a la Historia como Suicide Hill, las cuatro compañías toman posiciones a la carrera, soportando el fuego enemigo de las tropas indígenas que asciende por el camino del barranco, prolongación del Camino de San Martín.
Los británicos aguantaron su posición durante 7 horas, hasta puesta de sol, bajo fuego directo de las ametralladoras enemigas con el solo apoyo de sus fusiles. La mala fortuna quiso que las cintas de las ametralladoras alemanas MG-28 de que disponía la 2ª Compañía-Ametralladoras (Tte.Frey) se habían cargado con munición equivocada de 7.62x54R, cuando requería en realidad munición de 8mm. Sus miembros quedaron reducidos a la mitad, más de doscientos muertos, pero su sacrificio frenó el impetuoso avance de las fuerzas enemigas y atrajo sobre sí la atención incluso de unidades de Asensio, que desde el Pingarrón también contraatacaron la colina. Este hecho les alejó de percibir que existía un absoluto vacío de fuerzas entre el Barranco de Lérida y las Casas de Valgrande, que hubiera permitido un meteórico avance y maniobra envolvente por la izquierda del contrario.
Además, los enconados ataques y contraataques del resto de los batallones impiden al enemigo establecer contacto entre sus propias fuerzas, produciéndose desconcertantes emboscadas e infiltraciones.
Hubo un momento en que la intensidad del fuego era tal, que los fusiles les quemaban entre las manos y las viejas ametralladoras Colt comenzaban a encasquillarse, por lo que los franceses del Batallón Six Frevier tuvieron que replegarse, dejando abierto el flanco derecho de los británicos, al descubierto del tiro de las ametralladoras marroquíes.
Por la vaguada trasera de la Colina, se deslizaron los británicos al caer las luces, hasta la Sunken Road, («carretera deprimida», -nombre dado a la Senda Galiana-) para pasar la noche envueltos en mantas y vigilantes a lo largo de ella y reanudar los combates con las primeras luces del día.
Esta segunda fase de la lucha, del día 13 de febrero, conllevó tras algún éxito inicial el apresamiento al completo de la 2ª Cía. (Fry), merced al retroceso de sus compañeros de la 4ª Cía (Overton), ubicados a derecha, en medio de un ataque de pánico de su Jefe de Compañía.
Mapa del avance sobre la Colina del Suicidio
La Colina del Suicidio en la actualidad
Los batallones de la brigada […] reciben la orden de ponerse en marcha contra el adversario. Nadie les indica donde está. Allá donde tropiecen con él deberán elegir el punto más recomendable para hacerse fuertes y no dejarle avanzar […] Salimos a la buena de Dios -me contaba un viejo carabinero, comandante de uno de los batallones- sin rumbo preciso y con humor sombrío.
Julián Zugazagoitia. Ministro de Gobernación/ Secretario de Defensa Nacional
Además del monumento y demás memoriales que hoy contemplamos en el campo de batalla, existieron algunos más, levantados por los propios soldados, pasada la batalla, en memoria de sus compañeros muertos.
Un monumento consistente en un gran puño con un texto grabado en piedra, fue instalado en 1938 en torno a la curva y desvío de descenso de la carretera de Chinchón, casi a la altura del Parador de Frascuelo. El epígrafe dice así:
La 18 Brigada, a los héroes y a los camaradas internacionales caídos en defensa de la República
Hoy, todos ellos, nos recuerdan la enorme generosidad de unas gentes, exiliados y perseguidos algunos, en sus propios países; que vinieron a luchar por la Libertad de todos, dejando la vida en tierra extraña.
«Por vuestra Libertad y la nuestra» era su lema.